viernes, 21 de septiembre de 2012

Nubes

¿Sabes?, me encantan las nubes. No solo esos jirones de felpa naranja y neón, ya carmín, ya fucsia, que como lagañas se le cuelgan a la ciudad cuando quiere amanecerse. Tambien los algodones rechonchos como cachetes de querubín, que el sol infla de la luz y se amansa el ojo. [Me pierdo a veces hallando dragones de agua, batallas en el cielo, mares de aire y luz en el océano sin costuras del infinito]

Ha pasado el tiempo por este cuarteto que escribí:

Las nubes 
1
Caballos de vapor
heridos de aire
estallan.

2
La furia de estas bestias
no levanta polvo.

3
Desgarradas de lluvia
flotan dispersas vértebras.

4
Su poderoso imperio efímero
no supera la sólida muralla
de un caballo a mitad de la tormenta.

14 de julio de 2007.

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